Estoy tan agotada...Madame de Sade no puede encontrar sus habituales recursos para afrontar las pequeñas vicisitudes que la persiguen. El agotamiento es una mala cosa: enturbia el pensamiento, desgasta el ánimo y entorpece los movimientos.
Cada día está lleno de diminutos y tediosos detalles que consumen tanta energía...Con las ideas claras, esos detalles son pequeños retos que solucionamos facilmente y nos dan energía para brillar ante nosotros mismos aunque sea por unos instantes, la chispa suficiente para encender una llama que nos de calor todo el día, incluso más.
En algún momento se convirtieron en pequeños vampiros que van robando sigilosamente la energía, como gotas ínfimas de lluvia que pacientemente acaban por apagar el fuego. Había alguna receta para transformar la niebla en esquirlas ardientes, pero el agotamiento no me deja recordar con claridad...
Fuego, camina conmigo.
