martes, 3 de enero de 2012

ECONOMÍA

Lección 17: apuntes para una tasación

Demasiado a menudo centramos nuestra atención en nuestros seres preciados, en nuestras preciosas posesiones, en definitiva, en todo eso que apreciamos. Deberíamos recordar el significado original de apreciar, que no es otro que poner precio. 


Es común también la tentación de confundir precio y valor. Seguramente hay miles de personas valiosas a quienes no apreciamos en absoluto y  no albergo la menor duda de que todos hemos llegado a apreciar a individuos desprovistos de valor alguno. En otro orden de cosas, a la vista está que en los tiempos que corren cambiamos nuestro tiempo y nuestras más queridas pertenencias por papeles de colores...

Pensad cuál es vuestro precio...¿treinta monedas de plata quizás?

¿Habéis pensado que las pagan por vosotros?

¿O tal vez en recibirlas?

Os recomiendo en cualquier caso, que comencéis a practicar el desprecio. Evitaréis acabar siendo menospreciados, o peor aún, devaluados.


Al rey, la hacienda y la vida se han de dar, 
pero no el honor, 
el honor es patrimonio del alma
y el alma solo es de Dios