domingo, 19 de octubre de 2008

RESIGNACION


Lección 6: la fuerza


De cuando en vez, todos nos podemos encontrar viviendo una situación que no nos gusta, una vida que jamás habríamos elegido, ni imaginado. Hay entonces tres posibilidades, pero sólo una de ellas es inteligente. La primera es el lloriqueo no constructivo, el victimismo pusilánime típico del patético. La segunda es la lucha infatigable por cambiar lar circunstancias, parece una buena opción de entrada, pero asegurémonos antes de que las circunstancias son susceptibles de ser modificadas o consumiremos en vano tiempo y energía. La última, que no siempre contemplamos de entrada, es la resignación. Resignarse es asumir la situación, ser consciente y aprovechar la fuerza del contrario, o de la contrariedad. No hay frase más ridícula que no puedo soportarlo. Siempre es mentira, ya lo estás soportando mientras gastas tus fuerzas en quejarte. Parafraseando a algún maestro Shaolin: no se trata de aprender a vencer a un oponente, sino nuestras propias limitaciones y debilidades.

No se quién recitó este mantra por primera vez, pero debía ser alguien sabio... Pidamos serenidad para aceptar lo que no podemos cambiar, coraje para cambiar lo que sí podemos y sabiduría para distinguirlo.


Lloriquead cuanto queráis milady, no os hará especial. Y unos zapatos con los que no sabéis andar, tampoco.

4 comentarios:

Lena yau dijo...

Cambiar desde adentro.

Un beso!

TORO SALVAJE dijo...

Cada vez alucino más.

Parece que escribiera una Diosa.

Saludos.

Milady_de_Winter dijo...

¿Creéis, caballero, que las diosas se ruborizan?

TORO SALVAJE dijo...

Las más románticas seguro.